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En la capital serbia, Belgrado, Médicos Sin Fronteras siguió gestionando una clínica para brindar a este colectivo vulnerable atención médica general, servicios de salud mental, apoyo social y actividades de agua y saneamiento. Entre enero y diciembre, atendimos 12.000 consultas médicas y 590 sesiones individuales de salud mental en esta ciudad.
Nuestros equipos también realizaron actividades externas en varios asentamientos informales en los municipios fronterizos de Sid, Subotica y Kanjiza, para atender a quienes viven fuera de los centros de recepción serbios. Atendimos un total de 560 consultas médicas y, en el programa de salud mental, 20 consultas individuales y 22 sesiones en grupo.
En la segunda mitad del año, observamos que aumentó la cantidad de personas que llegaban a Bosnia-Herzegovina con la intención de pasar a Croacia y seguir más hacia el oeste. Durante el verano, miles de personas intentaron cruzar la frontera y, en algunos momentos, había más de 3.500 personas viviendo en asentamientos informales y en edificios abandonados de los municipios fronterizos de Velika Kladusa y Bihac.
Regresamos a Bosnia para, en colaboración con las autoridades sanitarias locales, ofrecer asistencia médica y de salud mental a personas que vivían fuera de los campos oficiales y en el nuevo asentamiento de Vucjak. Atendimos un total de 3.560 consultas médicas. La mayoría de las afecciones que tratamos –como enfermedades de la piel, infecciones de las vías respiratorias y dolores osteomusculares– estaban relacionadas con las malas condiciones de vida.
Nuestros equipos también atendieron a 116 pacientes que habían sufrido agresiones físicas; 104 de estas personas (90%) aseguraron que los responsables de tal violencia eran miembros de las autoridades estatales y fronterizas.