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Burn unit. Emergency Response. Benue, Nigeria
Memoria internacional 2019

Nigeria

MSF en Nigeria en 2019 En 2019, la violencia y la inseguridad se intensificaron aún más, lo que agravó las necesidades humanitarias. Se calcula que más de un millón de personas están completamente aisladas de la ayuda.
Nigeria

Médicos Sin Fronteras continuó asistiendo a personas afectadas por el conflicto y el desplazamiento en varios estados nigerianos, al tiempo que mantenía sus programas de atención médica básica y especializada.

Desplazamiento y violencia

NORESTE DE NIGERIA

En el noreste, los conflictos entre el Gobierno y los grupos armados de la oposición, que duran ya más de una década, han causado graves daños. Según los cálculos de la ONU, hay más de dos millones de personas desplazadas y alrededor de siete millones dependen de la ayuda para sobrevivir. En 2019, cuando la situación se agravó aún más, muchos trabajadores humanitarios fueron secuestrados o asesinados por los grupos armados. Además, las nuevas leyes antiterroristas agravaron las restricciones que ya pesaban sobre la acción humanitaria. 

Solo las personas que vivían en zonas bajo control del Gobierno en la capital del estado, Maiduguri, y en sus alrededores, pudieron recibir asistencia humanitaria. En 2019, en las zonas a las que pudimos acceder, gestionamos salas de emergencias hospitalarias, quirófanos, unidades de maternidad y servicios de pediatría. Nuestros programas incluían atención nutricional, vacunación, tratamiento de la malaria, la tuberculosis y el VIH, atención de víctimas de violencia sexual y salud mental. También desarrollamos actividades de agua y saneamiento. En el transcurso del año, ingresamos a 34.900 pacientes y atendimos a 106.300 en consulta externa. En Maiduguri, dirigimos un centro de nutrición terapéutica y un hospital pediátrico con uci. Estos centros atendieron a más de 7.600 niños con desnutrición severa, 7.700 con malaria y más de 3.800 con sarampión (durante un brote que se agravó por el conflicto permanente). En Gwoza y Pulka, plazas fuertes del Ejército nigeriano, nuestros equipos proporcionaron atención de emergencia a 18.600 pacientes en hospitales públicos. En Pulka, atendimos a 74.400 pacientes ambulatorios, una gran parte de ellos por diarrea aguda relacionada con la falta de agua potable. En los campos de desplazados de Ngala, atendimos a 550 niños gravemente desnutridos y asistimos casi 1.000 partos. En Rann, atendimos 9.220 consultas externas. Además, distribuimos tratamiento preventivo para la malaria estacional en Banki y Bama.

ESTADO DE ZAMFARA 

En Zamfara, decenas de miles de personas que huían de la violencia en el norte del estado buscaron refugio en la ciudad de Anka y sus alrededores. En esta ciudad, nuestros equipos atendieron más de 31.800 consultas médicas y distribuyeron utensilios de cocina y productos de higiene personal a más de 1.000 familias. Observamos una alta prevalencia de desnutrición en niños menores de 5 años y dimos atención ambulatoria o con ingreso hospitalario a 12.000 menores gravemente desnutridos, en nuestro centro intensivo de nutrición terapéutica en la capital del estado (Gusau) y en hospitales en Anka, Zumri y Shinkafi. Además, en el hospital de Anka, atendimos a casi 20.000 pacientes con malaria y a unos 920 con sarampión.

Fiebre de Lassa. Nigeria

ESTADO DE BENUE

En el estado de Benue, permanecen desplazadas unas 16.000 personas que habían huido de la violencia debido a los enfrentamientos por la tierra entre comunidades de pastores y de campesinos en 2018. La mitad viven en campos oficiales y en la capital, Makurdi, y sus alrededores. En 2019, dentro de nuestro apoyo al Ministerio de Salud, atendimos más de 27.300 consultas médicas, distribuimos artículos de primera necesidad, construimos refugios, letrinas y duchas, y suministramos agua potable en los campos oficiales. También ampliamos nuestras actividades para asistir a personas que vivían fuera de los mismos. Entre julio y diciembre, tras la explosión de un tanque de petróleo que causó numerosas víctimas, colaboramos en el Hospital Universitario de Benue, con programas de cirugía, asesoramiento y fisioterapia para pacientes con quemaduras.

ESTADO DE CROSS RIVER

Desde julio de 2018, ofrecimos atención a las poblaciones refugiadas procedentes del vecino Camerún, concretamente de sus regiones Noroeste y Suroeste; estos programas también beneficiaron a las comunidades nigerianas de acogida. En noviembre de 2019, traspasamos nuestras actividades al Ministerio de Salud. Durante el proyecto, atendimos 36.000 consultas, tratamos más de 4.400 casos de malaria, ofrecimos atención en salud mental a 1.300 personas y pusimos en marcha servicios de salud sexual y reproductiva (que incluían la atención a víctimas de violencia sexual y de género).

Salud de las mujeres

En el hospital general de Jahun, en el estado de Jigawa, nuestras actividades se centraron en la atención integral obstétrica y neonatal de emergencia. En 2019, nuestros equipos asistieron más de 13.400 partos, el 70% complicados. Un equipo especializado del hospital también realizó cirugías vesicovaginales a 300 mujeres con fístula obstétrica, una afección causada por partos prolongados u obstruidos. Además, nuestro personal apoyó la atención básica obstétrica y neonatal de emergencia en otros cuatro centros de la zona. 

En Port Harcourt, en el estado de Rivers, mantuvimos abiertas dos clínicas para ofrecer atención médica y psicológica a una creciente cantidad de víctimas de violencia sexual. Durante el año, llegaron a estas clínicas 1.400 personas, el 61% menores de 18 años. 
 

Intoxicación con plomo y noma

En 2019, casi 940 pacientes completaron el tratamiento de quelación en nuestro programa de tratamiento para menores de 5 años afectados por la intoxicación con plomo relacionada con la minería de oro artesanal en el estado de Zamfara. En octubre, junto con el Ministerio de Salud, la ONG Occupational Knowledge International (OKI) y la Fundación TerraGraphics International (TIF), publicamos los resultados del programa piloto activo en el estado de Níger entre 2016 y 2018; el informe demostraba que las prácticas más seguras de minería reducen los niveles de plomo en la sangre en un 32%. En 2019, seguimos atendiendo casos de intoxicación, llevamos a cabo varias investigaciones operacionales y aportamos soluciones con las organizaciones con las que trabajamos y las autoridades federales.

Por otra parte, mantuvimos nuestro programa de atención al noma, una enfermedad gangrenosa que produce desfiguración. Afecta en particular a los niños y deja cicatrices que solo puede reparar una cirugía reconstructiva compleja. Cuatro veces al año, enviamos a un equipo de especialistas (Cirugía, Anestesiología y Enfermería) para colaborar en el tratamiento del noma en el Hospital Infantil de Sokoto. Además de cirugía, proporcionamos atención nutricional y psicosocial y fisioterapia. En 2019, nuestros equipos realizaron 170 cirugías y atendieron 530 consultas individuales de salud mental. Con el Ministerio de Salud, también realizamos actividades externas con un enfoque en la detección y el tratamiento tempranos en los estados de Sokoto, Kebbi, Níger y Zamfara.

En 2019, continuamos reclamando mayor visibilidad y soluciones para el noma. Consideramos importante que aumente la capacidad quirúrgica y así lo hemos defendido, en Nigeria y en todo el mundo, en conferencias médicas y mediante la producción y difusión del documental ‘Restaurar la dignidad’.

Fiebre de Lassa

En el estado de Ebonyi, en respuesta a un brote de fiebre de Lassa –una enfermedad hemorrágica aguda– que se declaró emergencia nacional, asistimos a los Ministerios de salud estatal y federal y al Centro para el Control de Enfermedades de Nigeria con apoyo técnico y capacitación del personal en el Hospital Universitario de Abakaliki.

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