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MSF floods intervention in Ulang, South Sudan.
Memoria internacional 2019

Sudán del Sur

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MSF en Sudán del Sur en 2019 Menos de la mitad de la población de Sudán del Sur tiene acceso a servicios médicos adecuados, a pesar del reciente periodo de paz y la promesa de unidad tras años de guerra civil.
Sudán del Sur

En 2019, Médicos Sin Fronteras mantuvo proyectos en 19 emplazamientos. Las actividades abarcaron desde tratar heridas por arma de fuego en Agok y dar atención médica en centros de Protección de Civiles (PoC) hasta vacunar a niños contra enfermedades mortales como el sarampión o garantizar la preparación para el Ébola en la frontera con República Democrática del Congo.

La mayor parte de los servicios médicos en Sudán del Sur los proporcionan las ONG, ya que solo el 2,6% de los presupuestos del Estado está asignado a la sanidad. Para muchas comunidades, a menudo es difícil conseguir atención médica o esta incluso a veces ni existe.

Respuesta a las inundaciones

Casi un millón de personas se vieron afectadas por las inundaciones sin precedentes que comenzaron en julio. El 30 de octubre, el Gobierno declaró el estado de emergencia nacional. 

Miles de personas quedaron desplazadas por las aguas y perdieron sus casas, los cultivos y el ganado; entre los damnificados se contaron muchos de nuestros compañeros sursudaneses. Para responder a las necesidades de salud, enviamos equipos de emergencias a Pibor, Maban, Lankien y Ulang. En Pibor, una de las zonas más afectadas, nuestro centro de salud se inundó y quedó inutilizable. Tuvimos que levantar un hospital de campaña para atender a las comunidades de Pibor, Maban y Gumuruk; el hospital ofrecía servicios ambulatorios, hospitalización y maternidad. 

Enviamos clínicas móviles a todas las zonas donde ya trabajábamos, para prevenir la malaria, las infecciones respiratorias, la diarrea, las infecciones de la piel y la desnutrición. También reparamos letrinas y pozos, instalamos sistemas de purificación del agua para ayudar a los desplazados y a las comunidades de acogida y distribuimos miles de artículos de primera necesidad a los más afectados (esta ayuda incluía solución potabilizadora de agua y mosquiteras, para prevenir enfermedades como la diarrea y la malaria).

Trabajar con la comunidad contra la malaria

En 2019, la malaria seguía siendo un problema de salud importante en Sudán del Sur. Atendimos a más de 292.000 personas de todas las edades y organizamos actividades de prevención y concienciación en casi todos nuestros proyectos. Las estrategias comprendieron la distribución de mosquiteras y la implementación de nuevos métodos de sensibilización. Por ejemplo, en marzo, en Old Fangak, además de realizar pruebas rápidas de malaria, empezamos a tratar a los enfermos en las mismas comunidades, con la ayuda de agentes locales de salud; de esta forma, llegamos a lugares lejanos donde la gente tiene poco acceso a la atención médica. En 2019, nuestros equipos atendieron de esta manera a 530 pacientes con malaria y a 3.450 pacientes con diarrea simple.

Nuestro personal en Yambio también trabajó en el tratamiento y prevención comunitarios de la malaria. Para ello, atendió 38.000 consultas generales y a 24.900 pacientes; también administró quimioprevención de la malaria estacional (tratamiento oral para prevenir la enfermedad) a más de 48.100 niños de entre 3 meses y 5 años de edad.

Respuesta a brotes de sarampión

MSF vacunó o ayudó en la vacunación de más de 96.400 niños contra el sarampión en Yambio, Malakal, el PoC en Bentiu, Aweil, Pibor y Maban. También dimos tratamiento siempre que fue posible. 

Reanudación de los servicios de salud en Leer

En abril, reanudamos nuestros servicios de atención materna, de emergencia y reproductiva en Leer, que se habían suspendido en 2016 debido a ataques reiterados contra nuestros pacientes y personal. Tan solo en el primer mes, atendimos a 300 personas, entre ellas más de 100 mujeres embarazadas.

Una cura a una niña herida en el hospital de Ulang. Sudán del Sur.

Poblaciones refugiadas y desplazadas

En Sudán del Sur, hay cerca de 1,5 millones de personas desplazadas, además de casi 300.000 refugiadas llegadas del vecino Sudán. En 2019, ofrecimos asistencia médica y distribuimos artículos de primera necesidad a refugiados y desplazados en Bentiu, Mundri, Lankien, Malakal, Yida, Yei, Leer, Old Fangak y el campo de Doro (en Maban).

Los PoC de las Naciones Unidas en Bentiu y Malakal, donde tenemos sendos hospitales, ofrecen protección a personas vulnerables que de otro modo estarían expuestas a la violencia armada. En estos centros, las necesidades humanitarias y médicas son enormes debido a las malas condiciones de vida, a la violencia constante y a los traumas mentales que se derivan de todo ello. MSF ha exigido reiteradas veces que las condiciones y los servicios en los PoC se mejoren, en especial los de agua y saneamiento.

En nuestro hospital de 55 camas en el PoC de Malakal, ofrecemos servicios generales y especializados, entre ellos de salud mental. Muchos pacientes han sufrido niveles extremos de violencia y sienten desesperación debido a su entorno y su situación. En 2019, atendimos 3.090 consultas individuales y en grupo de salud mental, la mayoría de ellas en el servicio de consultas externas.

En Bentiu, el mayor PoC en Sudán del Sur, con más de 100.000 habitantes y donde tenemos un hospital de 160 camas, brindamos atención médica especializada, cirugía y servicios de emergencia para adultos y niños. Los proyectos de Bentiu y Malakal también incluyeron actividades externas comunitarias, como tratamiento de enfermedades infecciosas en los centros de salud locales, concienciación sobre la prevención e identificación de personas que puedan necesitar tratamiento médico.

En Yei, trabajamos en la pediatría del hospital y administramos una clínica de atención médica general, que ofrece vacunaciones, salud mental y derivaciones. Fuera de la ciudad, nuestro personal trabajó en centros de salud en zonas afectadas por la violencia constante, que ha desplazado a mucha gente. En algunas zonas del estado del Río Yei, las fuerzas de seguridad ocuparon las clínicas y hubo denuncias de acoso y abuso contra el personal médico.

En Maban, mantuvimos nuestro hospital en el campo de Doro, donde viven unas 60.000 personas refugiadas. Nuestro personal también trabajó en las consultas externas del hospital de Bunj, que presta servicio a unas 30.000 personas. En 2019, un equipo de actividades externas inició evaluaciones regulares e intervenciones en el condado de Maban, para abordar necesidades no cubiertas, como la falta de atención médica básica y de agua entre los desplazados. Además, en la primera fase de sus actividades en Sudán del Sur, la Academia Médica de MSF ayudó a aumentar la cifra de profesionales capacitados en Pibor, al dar formación a 42 personas. Continuamos brindando asistencia a los refugiados sudaneses de la zona.

Atención materno-infantil

En Aweil, administramos el hospital regional, que incluye una maternidad. El hospital también sirve de lugar de capacitación para personal de enfermería y matronería de una escuela local, y allí tres profesionales médicos reciben capacitación en técnicas quirúrgicas esenciales.

En nuestro hospital de 80 camas en Lankien también seguimos ofreciendo atención obstétrica y pediátrica, apoyo nutricional y tratamiento del VIH, la tuberculosis y el kala azar. También atendimos a víctimas de violencia sexual y de género, tal y como hacemos en todos nuestros proyectos en Sudán del Sur.

Área administrativa especial de Abyei

En Abyei, una zona disputada entre Sudán y Sudán del Sur, en febrero finalizamos la reconstrucción de nuestro hospital, que se encuentra en Agok. Es el único centro de atención secundaria de salud de la región y cuenta con ocho salas, un quirófano y una farmacia. 

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