319,100
319,1
75,500
75,5
19,900
19,9
17,100
17,1
Unos 167.000 burundeses permanecen en Tanzania a pesar de la presión cada vez mayor para que se vayan. A finales de 2019, en una reunión de la Comisión Tripartita para la Repatriación Voluntaria de los Refugiados Burundeses en Tanzania (con representantes de los Gobiernos burundés y tanzano y del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, ACNUR), se reiteró el compromiso de garantizar que los retornos sean voluntarios.
Esta población permanece en el olvido y sufre una insuficiencia crónica de fondos, lo que afecta a los tres campos en los que viven en la región de Kigoma, en el noroeste de Tanzania. En 2019, Médicos Sin Fronteras continuó brindando atención médica básica y especializada en el campo más grande, Nduta; aquí, dirigimos un hospital de 150 camas y cuatro puestos de salud y organizamos actividades de promoción de la salud. Nuestros servicios, que también están disponibles para las comunidades de las aldeas de los alrededores, incluyen atención materno-infantil, apoyo nutricional y tratamiento de la tuberculosis, el VIH y enfermedades no transmisibles. También ofrecemos salud mental y atendemos a víctimas de la violencia sexual y de género.
Las necesidades de salud mental en la población refugiada siguen siendo muy preocupantes, debido a los muchos factores agravantes que se dan, como la falta de servicios básicos, el temor a la repatriación forzosa, la restricción de movimientos y la escasez de oportunidades de subsistencia. MSF también continuó con la prevención y control de vectores para frenar la propagación de la malaria, que es endémica en el campo.
Por otra parte, en el distrito vecino de Kibondo, renovamos el quirófano y la sala de esterilización del hospital, para asegurar que haya centros quirúrgicos adecuados para la derivación de refugiados.
También mantuvimos la capacidad de respuesta de emergencia. Además de responder a un brote de diarrea en el campo de Nduta, colaboramos con el Ministerio de Salud para controlar uno de cólera en Dar es Salaam y para mejorar la preparación para un posible brote de Ébola.