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Desde mediados de 2018, Haití se ha sumido en una importante crisis política y económica. En 2019, esto condujo a manifestaciones masivas que paralizaron gran parte del país durante varios meses, debido a que las calles estaban bloqueadas y los manifestantes se enfrentaban con la Policía. Muchos centros de salud públicos tenían dificultades para funcionar debido a la escasez de medicamentos, sangre, oxígeno, electricidad, combustible y personal. Las clínicas privadas también se encontraron gravemente afectadas y se vieron obligadas a reducir el personal o incluso a cerrar. En los peores momentos de la violencia, las clínicas eran saqueadas y su personal y las ambulancias eran asaltados con frecuencia.
En los cinco centros médicos en los que trabaja MSF en Puerto Príncipe y Port-à-Piment, nuestros equipos observaron de forma directa los efectos de la crisis. En una situación que se deterioraba rápidamente, tuvimos que lidiar con una demanda de atención cada vez mayor.
Servicios de salud en Puerto Príncipe
En noviembre de 2019, para satisfacer las necesidades de las personas que necesitaban cirugía vital, inauguramos un hospital de traumatología en el antiguo centro de Nap Kenbé, dirigido por MSF en el barrio de Tabarre. Rápidamente ampliamos su capacidad a 50 camas y, tan solo en las primeras cinco semanas, atendimos en triaje a más de 570 personas; de estas, ingresamos a 150 con lesiones potencialmente mortales (el 57% heridas de bala).
Nuestro centro de emergencia y estabilización en Martissant, un área suburbana gravemente afectada por la violencia de las bandas callejeras, atendió a unas 29.450 personas en urgencias, 2.670 de ellas por lesiones relacionadas con la violencia. Quienes necesitaban atención especializada eran derivados a otros hospitales, como el Hospital Universitario Estatal de Haití, con el que colaboramos mediante la donación de suministros y equipos médicos, la rehabilitación de instalaciones y la capacitación del personal.
Seguimos dirigiendo el hospital de 40 camas de Drouillard, el único centro especializado en pacientes quemados que existe en el país; está en el barrio marginal de Cité Soleil. En 2019, ingresamos a 580 pacientes y atendimos 27.800 consultas externas. Debido a los cierres de los colegios durante las manifestaciones, observamos un pico en la cantidad de niños heridos en accidentes domésticos, por ejemplo, por jugar muy cerca de las estufas. También atendimos a pacientes con quemaduras producidas en incendios en la calle o bombas incendiarias usadas por los manifestantes.
Además, MSF brindó apoyo a víctimas de violencia sexual y de género en dos hospitales públicos y en nuestra clínica Pran Men’m del barrio de Delmas 33. En 2019, atendimos a más de 1.260 pacientes. La cifra de pacientes disminuyó durante los meses en que la ciudad estuvo en confinamiento, ya que la inseguridad impedía que la gente pudiera buscar atención médica. En Haití, la violencia sexual sigue siendo una emergencia médica que no se denuncia y está desatendida.
Port-à-Piment
En el suroeste del país, colaboramos en los servicios de emergencia y de maternidad del centro de salud de Port-à-Piment. Durante 2019, el equipo asistió 1.070 partos y proporcionó servicios de planificación familiar a 1.420 pacientes. También brindó apoyo en centros de salud en Côteaux y Chardonnières mediante la donación de suministros, capacitación del personal y organización de derivaciones.