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En 2018, MSF siguió ofreciendo atención integral a víctimas de violencia física y violencia sexual en varias clínicas en la capital, Tegucigalpa. Nuestros equipos proveen tratamiento médico para supervivientes de violación, que incluye la profilaxis posexposición para prevenir infecciones por VIH y hepatitis B, así como tratamiento para otras infecciones de transmisión sexual, como la sífilis y la gonorrea. Además, disponemos de servicios de asesoramiento, terapia de grupo y primeros auxilios psicológicos.
En junio, abrimos un centro de salud en Nueva Capital, un vecindario en las afueras de Tegucigalpa donde se han asentado muchas personas desplazadas. Nuestros servicios incluyen atención primaria, salud mental para víctimas de violencia, apoyo social y promoción de la salud. Con nuestro enfoque comunitario, intentamos ayudar a las personas a superar las barreras que obstaculizan su acceso a nuestro servicio en el centro de la ciudad.
En Choloma, en el norte del país, otro equipo trabaja en una clínica materno-infantil; ofrecemos planificación familiar, consultas pre y posnatales, apoyo psicosocial a víctimas de violencia y violencia sexual y asistencia en partos. Los equipos de promoción de la salud visitan fábricas, escuelas y otros puntos de esta ciudad industrial, para informar sobre los servicios disponibles en la clínica y ofrecer información sobre salud sexual y reproductiva para adolescentes.
De acuerdo con los protocolos internacionales, seguimos defendiendo el acceso a la atención médica integral para víctimas de violencia sexual en Honduras, donde los anticonceptivos de urgencia siguen estando prohibidos.