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En 2018, MSF colaboró con el Ministerio de Salud y Cuidado Infantil para responder a numerosas epidemias de enfermedades transmitidas por el agua en todo el país; la más importante fue la de cólera, que se inició en la capital, Harare, y que acabó siendo la segunda más grave de la historia del país.
En total, hubo cuatro brotes de cólera y otros cuatro brotes de fiebre tifoidea, durante los cuales colaboramos con el Ministerio para atender más de 13.000 casos presuntos. De nuevo con el Ministerio y con la Organización Mundial de la Salud, participamos también en una campaña de vacunación contra el cólera que llegó a casi 1,3 millones de personas. Además, atendimos a 10.000 pacientes con sospecha de fiebre tifoidea en Harare y otras dos provincias.
Para frenar la propagación de enfermedades transmitidas por el agua en la densamente poblada capital, trabajamos con otras organizaciones para rehabilitar los pozos contaminados y perforar otros nuevos. Un elemento fundamental ha sido involucrar a los vecinos en el cuidado de sus pozos, lo que hemos impulsado mediante la creación de clubes comunitarios. Entre 2015 y 2018, rehabilitamos 50 pozos, perforamos 9 más y capacitamos a 72 clubes comunitarios en 13 barrios marginales.
Salud sexual y reproductiva
En 2018, traspasamos a las autoridades sanitarias de Harare nuestro proyecto de atención médica y psicosocial a las víctimas de violencia sexual. Tras asistir a más de 8.000 pacientes desde el comienzo del proyecto, trasladamos nuestro enfoque a los servicios de salud sexual y reproductiva para niños y adolescentes de 10 a 19 años, incluyendo a jóvenes vulnerables con diversidad funcional. En nuestra nueva clínica en el barrio marginal de Mbare, en 2018 pasamos consulta a más de 4.300 adolescentes.
Enfermedades no transmisibles, VIH y TB
Trabajamos con el Ministerio de Salud para implementar un programa dirigido por personal de enfermería con el apoyo de personal médico que pretende ampliar el tratamiento y control de pacientes con hipertensión y diabetes en las clínicas rurales de Chipinge y en el hospital de Mutare. En 2018, se inscribieron más de 1.000 pacientes y atendimos más de 4.730 consultas.
En el distrito rural de Mwenezi, dirigimos programas comunitarios para unas 1.400 personas con VIH y TB que viven en zonas apartadas en las que apenas hay servicios de salud. En 2018, iniciamos a 500 pacientes en el tratamiento antirretroviral e implementamos un nuevo modelo de distribución del tratamiento para que los pacientes puedan conseguir su medicación más fácilmente. En la actualidad, cada tres meses, los trabajadores de salud capacitados de la comunidad reciben y distribuyen los antirretrovirales en estas áreas de difícil acceso.
En Gutu, apoyamos el programa de cáncer de cuello uterino del Ministerio de Salud e hicimos pruebas de detección de la enfermedad a 6.470 mujeres en seis centros de salud, además de proporcionar tratamiento a 240 pacientes. También administramos vacunas contra el virus del papiloma humano a 15.650 niñas de 246 escuelas en Gutu dentro de la campaña nacional.
Migrantes retornados
En Beitbridge, dirigimos servicios de atención primaria para los migrantes deportados desde Sudáfrica o que regresan por pasos fronterizos informales a lo largo del río Limpopo; este programa cubre también a la gran comunidad de comerciantes que viven en esta frontera, una de las más concurridas de Zimbabue. En 2018, más de 2.280 personas fueron atendidas en alguna de las clínicas apoyadas por MSF.