Alemania acoge a un millón de solicitantes de asilo. En marzo, en colaboración con el personal del hospital de St. Josef de Schweinfurt (Baviera), MSF inició un programa de asesoramiento entre pares para solicitantes de asilo, primero en un centro de acogida y más tarde en un centro de alojamiento. A finales de año, casi 300 personas habían participado en el programa, que incluía asesoramiento individual y sesiones en grupo sobre temas como el estrés. Los beneficiarios, la mayoría de los cuales procedían de Afganistán, Somalia, Siria y otros países devastados por la guerra, habían sido víctimas de la violencia y de torturas, habían perdido a seres queridos o estaban preocupados por los familiares que habían dejado atrás. Muchos vivían en condiciones precarias y a menudo con miedo a ser deportados. Varios pacientes muy vulnerables que tenían pensamientos suicidas o conductas autodestructivas fueron derivados a clínicas psiquiátricas especializadas.
Este proyecto ha permitido introducir en el sistema alemán de atención a solicitantes de asilo un tipo de programas basado en asesores voluntarios, que están pasando o han pasado por la misma situación que el beneficiario. En este caso, se trata de tres exrefugiados, procedentes de Somalia, Siria e Irán, que ayudan a los recién llegados en su lengua materna, bajo la supervisión de psicólogos clínicos. Este tipo de atención psicosocial, que MSF ha desarrollado en los campos de refugiados de todo el mundo, es poco común en Alemania.
El proyecto se traspasó al St. Josef a finales de año. MSF sigue comprometida con la promoción de proyectos similares en otras regiones y está dispuesta a darles apoyo con su experiencia y conocimiento.
0.2 M
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2017
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Testimonio de un paciente
Yasin tiene nueve hijos. Desde que huyó de Alepo (Siria) hace cuatro años, él y su familia no han dejado de buscar una existencia pacífica y esto los llevó a salir de su país y cruzar Líbano, Turquía y parte del territorio europeo. En Atenas, un médico de MSF que trató a su esposa por problemas de salud mental le dijo a Yasin que él también necesitaba ayuda. Yasin y su familia viven ahora en el centro de acogida para solicitantes de asilo de Schweinfurt.
“Hoy sé que la salud mental es importante, pero en aquel entonces estaba desgarrado. En Siria la gente cree que las personas que van al psicólogo están locas. Pero me di cuenta de que necesitaba ayuda.
Las conversaciones con los asesores me sientan bien. Ayuda tener a alguien que te escuche. Me gustaría aprender alemán y volver a trabajar de camionero. Pero no me resulta fácil. Últimamente soy muy olvidadizo y me siento confundido”.
