El 28 de septiembre se declaró una epidemia de dengue en la región central del país. El dengue es una enfermedad viral transmitida por mosquitos, que causa fiebre y dolor agudo en articulaciones y músculos. Pese a no existir tratamiento específico, el diagnóstico precoz y el tratamiento de los síntomas pueden reducir el sufrimiento y evitar la muerte del enfermo.
Los equipos de MSF prestaron apoyo a cuatro centros de salud y al servicio de enfermedades infecciosas del Hospital Universitario de Uagadugu; MSF se ocupó de las pruebas rápidas de diagnóstico, la derivación de casos graves, la prescripción de los medicamentos para controlar la fiebre y la atención a los enfermos, incluidas las personas más vulnerables, como las mujeres embarazadas y los niños menores de 5 años. MSF también colaboró con el personal médico burkinés para mejorar la detección del virus y el tratamiento de los síntomas, por ejemplo con la administración de líquidos por vía intravenosa y transfusiones de sangre. Más de 450 miembros del personal médico y paramédico del Ministerio recibieron capacitación en 35 centros.
También se llevaron a cabo actividades de sensibilización comunitaria en los centros de salud para alentar a las personas a buscar atención médica en lugar de automedicarse si mostraban síntomas de dengue, y para explicarles la importancia del control en el hogar de los vectores de transmisión (el mosquito). Los equipos de MSF también rociaron insecticida en los cinco centros de salud con los que colaboraban e instalaron mosquiteras en ventanas y puertas del Hospital Universitario.
Además de estos centros de salud, los equipos visitaron otros durante dos o tres días, para evaluar y tratar a los pacientes con síntomas. De este modo, MSF pudo monitorizar la progresión de la epidemia en estas zonas.
En total, durante la intervención se realizaron 3.290 consultas relacionadas con el dengue en colaboración con el Ministerio de Salud y se efectuaron 951 pruebas rápidas.