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Las autoridades europeas e italianas intensificaron sus esfuerzos para impedir la llegada de migrantes y refugiados a Europa, dejando a muchos de ellos expuestos a la violencia y la detención arbitraria en Libia. A pesar de estos esfuerzos cargados de cinismo, en 2017, 119.396 personas llegaron a las costas de Italia, desembarcando principalmente en los puertos sicilianos. Aunque este número era inferior al de años anteriores, el sistema de recepción italiano siguió teniendo dificultades para responder a sus necesidades específicas. La mayoría de estas personas se alojaban en instalaciones temporales, pero más de 10.000 vivían en asentamientos informales, ya sea porque estaban intentando llegar a otros destinos europeos o porque estaban excluidas del sistema oficial de acogida.
MSF realizó un seguimiento de las necesidades humanitarias de las personas que vivían en asentamientos informales en todo el país y dio atención médica y otros servicios básicos en los edificios ocupados de Bari y Turín.
Sicilia y los puertos del sur
Por tercer año consecutivo, MSF mantuvo su presencia en los puntos de llegada, proporcionando primeros auxilios psicológicos a los supervivientes de naufragios y de rescates traumáticos. En 2017 se llevaron a cabo 21 intervenciones de este tipo, principalmente en Sicilia, Calabria y Campania. En Trapani, un equipo compuesto por un psicólogo y mediadores culturales ofreció apoyo psicológico a través de 1.232 sesiones individuales y 116 sesiones en grupo, y colaboró con los servicios locales en varios centros de acogida secundarios.
Desde julio de 2016, MSF dirige una clínica psicoterapéutica en colaboración con los servicios de salud locales para tratar a los pacientes con problemas más graves. En el verano de 2017, MSF también abrió un centro médico con 24 horas de servicios ininterrumpidos en Catania, para atender a los solicitantes de asilo que necesitan seguimiento tras el alta hospitalaria. El centro aplica un enfoque integral para ayudar a los pacientes durante el proceso de rehabilitación. MSF también brindó apoyo de salud mental y mejoró las condiciones de agua y saneamiento en los asentamientos informales que albergan a los migrantes temporeros en el sur de Sicilia.
Roma
En Roma, MSF siguió dirigiendo un centro de rehabilitación para víctimas de tortura, en colaboración con las organizaciones locales Medici Contro la Tortura y ASGI. El centro adopta un enfoque multidisciplinario que ofrece apoyo médico y psicológico, fisioterapia y asistencia social y legal. Atiende a pacientes de casi 20 países, la mayoría de ellos víctimas de violencia y malos tratos a su paso por Libia. Este equipo recibió 56 nuevos ingresos en 2017.
Fronteras del norte
MSF respondió a las necesidades de las personas bloqueadas en las fronteras del norte de Italia y les ofreció asistencia médica y psicológica básica, además de distribuir alimentos y bienes básicos. En Ventimiglia (en la frontera con Francia), un equipo de mediadores culturales y una matrona administraron una pequeña clínica junto a médicos locales voluntarios. Además, un equipo de MSF ofreció primeros auxilios psicológicos en el campo de la Cruz Roja Italiana. En Como (en la frontera con Suiza), MSF ofreció servicios de salud mental a los migrantes en tránsito. MSF también contribuyó a las iniciativas de la sociedad civil y aportó alimentos y bienes básicos en Como, Ventimiglia y Gorizia (en la frontera con Eslovenia).