Aunque el cólera es un importante problema de salud pública en Zambia, y es típico que se produzcan epidemias durante la temporada de lluvias, el brote de febrero fue el primero registrado en la capital desde 2011. En Lusaka, cerca de 1,2 millones de personas viven en asentamientos informales superpoblados, y al haber pasado tanto tiempo desde el anterior brote, la inmunidad adquirida por la población era reducida.
Entre el 9 y el 25 de abril, se administró la vacuna oral contra el cólera a 423.774 personas de más de 1 año de edad en cuatro áreas de Lusaka, las que presentaban las tasas más altas de cólera o que históricamente habían sido propensas a los brotes: Kanyama, Bauleni, George y Chawama. Al mismo tiempo, el Ministerio de Salud asumió el tratamiento de los enfermos en varios centros específicamente abiertos para ello, así como las actividades de saneamiento e higiene en las comunidades afectadas.
En estas vacunaciones orales contra el cólera, es recomendable inmunizar con dos dosis, pero la reserva mundial de vacunas es reducida y, para frenar el brote de Lusaka lo más rápidamente posible, se consideró que sería más eficiente administrar una sola dosis y cubrir al doble de personas.
En esta campaña participaron más de 100 trabajadores de MSF y del Ministerio de Salud, así como 1.700 voluntarios. Según las estimaciones oficiales, se registraron 1.079 casos y 20 fallecimientos entre febrero y junio.
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TESTIMONIO
MATHILDA Y SU HIJA EDNA (DE 3 AÑOS) – Fueron vacunadas durante la campaña contra el cólera
“En nuestro barrio no hay agua limpia. La gente deja la basura en la calle y nadie hace nada. Vine tan pronto como supe que había vacunas. La vacuna nos protegerá contra el cólera. Puede salvar vidas. Animo a otras madres y vecinos a que vengan a vacunarse. Es importante que nos protejamos todos”.