332,600
332,6
67,500
67,5
12,700
12,7
6,450
6,45
Para finales de 2018, Tanzania albergaba a 326.942 personas llegadas tanto de Burundi como de República Democrática del Congo. La mayoría estaban en tres campos: Nyarugusu, Nduta y Mtendeli.
En Nduta, dirigimos un hospital de 151 camas y cuatro puestos de salud, así como actividades de promoción de la salud a través de una red de agentes de la comunidad. Los servicios ambulatorios comprenden atención materno-infantil, apoyo nutricional, salud mental y atención a víctimas de la violencia sexual. En 2018, también rehabilitamos el quirófano y la sala de esterilización del hospital de distrito de Kibondo, y donamos equipos especializados para cirugías vitales, de los que se beneficiará tanto la población refugiada como la tanzana.
La malaria siguió siendo un problema médico importante en el campo de Nduta, en particular durante la temporada de lluvias. Desde 2016, tenemos actividades integrales de prevención y control, que comprenden la aplicación de un larvicida biológico y la distribución masiva de mosquiteras tratadas con insecticida. Se ha comprobado que estas medidas son eficaces; en 2018, llegaron a nuestros centros menos de la mitad de personas enfermas que el año anterior.
En marzo, los Gobiernos de Burundi y Tanzania, junto con el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), confirmaron su intención de facilitar la repatriación voluntaria a Burundi de más de 70.000 personas para finales de año; esto supuso un motivo más de incertidumbre para muchas de ellas.
Nuestros equipos en Nduta registraron un aumento considerable en las necesidades de salud mental; los diagnósticos principales fueron depresión, ansiedad y también trastornos psiquiátricos. Además de la sensación de impotencia por lo que depara el futuro, muchos pacientes dijeron haber vivido eventos traumáticos y perdido a seres queridos.